Hace unas semanas atrás un semanario capitalino publicó una nota supuestamente sobre el abordaje psicoterapéutico de las denominadas Plantas Maestras.
El periodista Diego Rojas de la revista 23 se presento a realizar una entrevista luego de esperar un tiempo, que nos tomamos para decidir dársela o no.
Cuando lo conocimos parecía tener un interés sincero en informar sobre este tema. Luego de aclararle un sinnúmero de veces que nosotros NO necesitamos publicidad y que se trata de un tema delicado por el desconocimiento que del mismo abunda, procedimos primeramente a informarlo.
Luego de pautar la nota haciendo hincapié en términos y definiciones le dimos una nota (gratuita) de una larga hora de charla.
Accedimos a las fotos y se mostró interesado en participar de alguna experiencia, a la cuál le dejamos claro que solo podría asistir en términos de participante y no de periodista y que por el momento no teníamos fechas.
Por esos días increíblemente estaban en nuestro país, Jaque Mabit, director del centro internacionalmente renombrado TAKIWASI, de Tarapoto Perú y el Maestro Ayahuaskero Don Juan Flores Salazar y su esposa Sandra Guerra Encalada, personas a las que también entrevistó, como así también a Martín Domenech del centro Runa Wasi.
Con el pasar de lo días nos enteramos que asistió a una de las ceremonias organizadas por el Psicoanalista Enrique Tosto junto a Don Juan Flores.
En síntesis, supongo que tenía material como para un pequeño libro!
La nota se demoró varias semanas en aparecer y dejamos de tener noticias de Diego Rojas quien gentilmente aceptó muchas de nuestras sugerencias y nos envió nuestra parte de la nota para darle los retoques que considerásemos necesarios, lo cuál es un gesto loable que habla muy bien de su intención.
A continuación comparto con ustedes el material que nos envió Diego para su revisión incluyendo las correcciones que realizamos, es decir, COMO DEBIERA HABER SALIDO EN LA PUBLICACIÓN:
Muchas personas se deciden a estudiar psicología por curiosidad, en algunos casos para acercarse a estudiar cómo funciona el alma. La etimología de la palabra Psicología refiere al estudio del alma. Explorar las posibilidades de la mente, del espíritu, del pensamiento entusiasma a muchos buscadores que lo intentan mediante la psicología. Y ahí hay ciertos recovecos que no han sido investigados, zonas grises no contempladas que esperan su momento de ser abordadas.
Las Plantas Maestro y el Shamanismo permiten una nueva mirada sobre el tema. Ambos campos conjugan en lo que denominamos Etnopsicología, la investigación y el estudio de prácticas ancestrales de los pueblos originarios que pueden aportar nuevas perspectivas y alivio a quienes vivimos en la sociedad occidental del presente siglo. Esta necesidad de alivio y salud es aquello que une la psicología y el Shamanismo.
En psicología hay un trabajo que puede mejorar la forma y la calidad de vida de un paciente, con estas prácticas lo mismo. Podemos atestiguar procesos y efectos concretos, pragmáticos. La filosofia tradicional americana, a diferencia de la oriental basada en la contemplación, esta basada en la acción y el pragmatismo: sirve o no sirve. «Es como si hubiera hecho largos años de psicoterapia en una sola noche» es una exclamación recurrente entre quienes practican estas experiencias y prácticas tradicionales basadas en lo ceremonial.
Lo sagrado, la sacralidad es algo que distinge estas prácticas, la unión y equilibrio con todo lo que nos rodea. Las Plantas Maestro son parte de esa cosmovisión, de esa sacralidad. Este grupo tan particular de plantas suele ayudarnos a vivenciar la experiencia de lo divino en uno, de allí que tratando de denominarlas o catalogarlas la ciencia actual eligió la palabra Enteógenos. Desde Mesoamérica hasta nuestro país hay una serie de ellas, propias de América, ya que no se da en otras partes del mundo como en nuestro continente. El Peyote para los Huicholes de México, los hongos sagrados para los Nahuas, el San Pedro para la parte costeña y serrana del Perú para los Quechuas y otras etnías, el Ayahuasca y la Chacruna combinadas dan la bebida también conocida como yagé en la Amazonía, la Wachuma y el Cebil para nuestras comunidades originarias del Noroeste Argentino.
Hay plantas maestras y plantas sagradas. Una planta sagrada es la Mamacoca, que brinda energía, alimento y tantas otras cosas, pero no tiene un efecto develador. Las plantas maestras develan, tienen un efecto psicológico concreto. Ante todo estas plantas son consideradas por los pueblos que las utilizan como «Medicina».
Para la ciencia moderna esto es un encuentro con un pasado que se creía perdido, es un encuentro con lo arcaico. Para los pueblos originarios, todo tiene espíritu y, por ende, tiene las posibilidades, en mayor o menor medida, de transmitir sus cualidades. En términos occidentales, se trata de entrar en contacto con una conciencia que se puede distinguir como «no propia» capaz de transmitirnos información, enseñanza.
Los pueblos originarios denominan a esto el «espíritu» de la planta, que se presenta ante nosotros y nos muestra. No hay alucinaciones. Produce visiones. No es un proceso ezquizofrénico, ni una psicosis, al contrario es un proceso re estructurador de la conciencia. Es una ampliación de la misma. Es una visión sobre diferentes cuestiones que, cuando se cierran los ojos aparece con mucho detalle e información.
La conjunción con la terapia psicologica se produce porque aparecen contenidos relacionados con cuestiones históricas personales con una claridad pasmosa. Produce una claridad en cuanto a las causas, al origen de algunos de nuestros problemas más íntimos, de alguna manera produce un diagnóstico que podemos entender.
En el psicoanálisis, para hacer conciente lo inconciente tiene que haber un otro que lo explicite y a ese otro se le puede omitir o mentir. Con las plantas maestras eso no ocurre ya que no podemos mentirnos a nosotros mismos y eso lo da la experiencia.
Mi padre era curandero y mi abuela y bisabuela también. Pero yo tuve una educación occidentalizada. Elegí la psicología y ejercí como psicoanalista lacaniano hasta el día que llegue a la conclusión que lo que yo hacía no tenía efecto, no el que buscaba. Lo sentía de esa manera. Yo me horrorizaba cuando el paciente se iba llorando peor a veces de cómo había llegado y yo no podía hacer nada, porque el contacto con el paciente dentro de este marco es algo imposible.
La conjunción de las mejores cualidades de los abordajes occidentales y estas enseñanzas y tradiciones americanas puede crear una nueva terapeútica comprometida con el ámbito de lo humano y muchos de los problemas que nos aquejan, como por ejemplo el caso de las adicciones, las enfermedades autoinmunes o nuestra pérdida de sentido y vacío con el que muchos viven.
Se trata de humanizar nuestra práctica, de estar más cerca del que sufre, en un ámbito en que la salud esta cada día más de la mano de la tecnología, estas prácticas ancestrales también encierran una tecnología y una ciencia, una que olvidamos durante mucho tiempo, la tecnología de lo sagrado.
Cuándo apareció la nota fue un golpe a los ojos! “NARCOTERAPIAS! Cada vez Más drogas y menos diván”… y en tapa!
Lo que salió publicado, de nuestra entrevista, es lo siguiente:
Juan Acevedo Peinado proviene de una larga tradición de curanderos. Pero también estudió psicología y ejerció como psicoanalista lacaniano hasta que retornó a sus orígenes familiares. «Muchas personas estudian psicología para saber cómo funciona el alma», señala. «Yo fui psicoanalista hasta que supe que lo que yo hacía no tenía efecto: me horrorizaba cuando el paciente se iba llorando y no podía hacer nada.» Acevedo coordina, junto a Omar Merodio Ordóñez, el centro comunitario Otorongo Wasi.
- ¿Qué une a estas prácticas con la psicología?
- La filosofía tradicional americana está basada en la acción y el pragmatismo: sirve o no sirve. «Es como si hubiera hecho largos años de psicoterapia en una sola noche», dicen muchos pacientes.
- ¿Producen alucinaciones estas plantas?
- Visiones. No es un proceso esquizofrénico, ni una psicosis: es un proveso reestructurador y una ampliación de la conciencia. La conjunción con la terapia psicológica se produce porque aparecen contenidos relacionados con cuestiones históricas personales con una claridad pasmosa. Las visiones señalan el origine de algunos de nuestros problemas más intimos, se produce un diagnóstico que podemos entender. Con las plantas maestras eso no ocurre ya que no podemos mentirnos a nosotros mismos. La experiencia transmite esa certeza» (sic).
(para ver la réplica de Omar Merodio a esta nota, haga clic aquí).
Podemos pensar de diferentes maneras.
Por un lado que dada la connotación NARCO en su acepción popular es una injuria. Pero más allá de eso, lo realmente importante es que se trata de un grave error de concepto.
Veamos, el término que prima facie pareciese un Neologismo, y que sin embargo no lo es, ya que desde los 70 existe en psiquiatría una práctica clínica muy extendida por aquellos días y que aún hoy tiene sus adeptos para ciertas cuestiones denominada NARCÓLISIS o comúnmente conocida como «Cura del Sueño», donde obviamente se utilizan narcóticos para mantener al paciente en un estado de sueño durante aproximadamente una semana o más. En caso graves suele acompañarse de electroshock, práctica que suponía en desuso, pero que en el 2007 sigue vigente en clínicas especializadas de renombre.
Veamos por ejemplo algunos términos relacionados extraídos de un diccionario médico:
- Narcoanálisis: Entrevista desarrollada mientras el paciente está profundamente sedado con medicamentos, de forma que se reducen las inhibiciones y las respuestas son más verídicas. [PQ: 94.21]
- Narcoanestesia: anestesia en el estado estuporoso provocada por la administración de sustancias narcóticas
- Narcocatarsis: catarsis verificada con el sujeto sometido a la acción de narcóticos
- Narcohipnia: estado mental entorpecido al salir del sueño
- Narcohipnosis: hipnosis inducida con la ayuda de narcóticos, como el amobarbital sódico o el pentotal sódico
- Narcolepsia: una enfermedad caracterizada por súbitos ataques de sueño, cataplejía, parálisis durante el sueño y alucinaciones visuales o auditivas al quedarse dormido. Las personas con narcolepsia experimentan un deseo incontrolable de dormir, a veces varias veces al día. Las crisis pueden durar desde unos pocos minutos a varias horas [ICD-10: G74.4]
- Narcoléptico: fármaco que produce narcolepsia
- Narcosíntesis: forma de psicoterapia analítica que se realiza estando el paciente bajo los efectos de hipnóticos de acción rápida con el fin de manifestar los contenidos psíquicos reprimidos [PQ: 94.21]
- Narcosis: Estado de estupor e inconsciencia producido por un narcótico. Sueño artificial inducido por alguna sustancia química. Narcosis por fármaco administrado correctamente [ICD-10: T40.6]; administrado incorrectamente [ICD-10: R41.8]
- Narcosis basal: inconsciencia completa inducida en un paciente quirúrgico antes de administrar la anestesia general, menos profunda que esta. El paciente no responde a estímulos verbales, aunque es capaz de responder a estímulos molestos
- Narcosis de Nussbaum: anestesia general producida por el éter o el cloroformo después de una inyección de morfina Narcosis respiratoria: narcosis producida por inhalación de cantidades excesivas de anhídrido carbónico [ICD-10: R06.8]
- Narcosis nitrogenada: narcosis producida por la disolución de grandes cantidades de nitrógeno en la sangre al respirar aire a presión elevada. La narcosis nitrogenada puede darse en buceadores portadores de escanfandras autómonas que respiran aire a grandes profundidades
- Narcoespasmo: espasmo acompañado de estupor Narcoterapia: utilización de narcóticos para mantener el sujeto inconsciente durante períodos prolongados que se emplea en el tratamiento de algunas enfermedades mentales
- Narcótico: sustancia que produce sueño o estupor.
- Narcotismo: estado de estupor o sueño producido por una droga narcótica [ICD-10: T40.6]
- Narcotizar: someter a la influencia de narcóticos.
Vemos aquí entonces que la palabra narcoterapia o narcosíntesis hace referencia a un tipo de tratamiento que no es en absoluto el que nosotros realizamos.
Veamos otro ejemplo de definición de Narcoterapia:
Psicoterapia que se conduce con el paciente en un estado de estupor o semi-inconsciente inducido por drogas, como los barbitúricos. Se usó originalmente en el tratamiento de los trastornos agudos que se veían en el campo de batalla; también llamado narcoanálisis y narcosíntesis
Para dejar claro el término veamos entonces a que se hace referencia cuando se habla de narcóticos (opioides, opiáceos y analgésicos):
Un narcótico o estupefaciente es una sustancia medicinal que, por definición, provoca sueño o estupor y, en la mayoría de los casos, inhibe la transmisión de señales nerviosas asociadas al dolor. El grupo de los narcóticos comprende gran variedad de drogas con efectos psicoactivos, aunque terapéuticamente no se usan para promover cambios en el humor, como los psicotrópicos, sino por otras propiedades farmacológicas: analgesia, anestesia, efectos antitusivos, antidiarreicos, etc.
Sin embargo, estas drogas son a menudo desviadas del circuito legal y usadas como euforizantes. Algunos narcóticos son anestésicos como éter, cloroformo y ciclo-propano; pero en su mayoría son agentes de la clase de los opioides. En general son sustancias con:
- Remifentanilo
- Ketamina
En años anteriores, se ha considerado al Tetrahidrocannabinol, la substancia activa del Cannabis (marihuana), como un narcótico analgésico, pero éste se ha removido de la lista de substancias narcóticas por la FDA, debido a estudios científicos que demuestran su bajo potencial de adicción psicológica y nulo potencial de adicción física.
Otros narcóticos
Un opioide es cualquier agente que se une a receptores opioides situados principalmente en el sistema nervioso central y en el tracto gastrointestinal. Hay cuatro grandes clases de opioides: péptidos opioides endógenos, producidos en el cuerpo; alcaloides del opio, tales como morfina (el opioide prototípico) y codeína; opioides semi-sintéticos, tales como heroína y oxicodona; y opioides completamente sintéticos, tales como petidina y metadona, que tienen una estructura no relacionada con los alcaloides del opio.
Aunque el término opiáceo es frecuentemente utilizado para referirse a todas las drogas similares al opio, es más apropiado limitar su alcance a los alcaloides naturales del opio y a sus derivados semi-sintéticos.
Los opioides se recetan frecuentemente por sus propiedades efectivas analgésicas de aliviar el dolor. Los medicamentos que pertenecen a esta clase (también conocidos como narcóticos) incluyen la morfina, la codeína (metilmorfina), la heroína (diacetilmorfina); la heroína es de estas tres la que tiene mayor afinidad por los receptores endorfínicos, por lo que es más potente que la morfina; no obstante, entró rápidamente en desuso en la práctica médica, por tener un perfil de seguridad muy desventajoso y por su mayor potencial de abuso. La morfina se utiliza a menudo como analgésico para aliviar el dolor intenso tras la cirugia o el dolor oncológico intenso. La codeína, por ser menos eficaz que la morfina, se utiliza para dolores menos agudos. Otros ejemplos de opioides que se recetan para aliviar el dolor incluyen buprenorfina, oxicodona (OxyContin), propoxifeno (Darvon), hidrocodona (Vicodin) e hidromorfona (Dilaudid), así como la meperidina (Demerol) que se usa menos debido a sus efectos secundarios. Además de sus propiedades analgésicas, algunas de estas drogas, por ejemplo, la codeína y el difenoxilato (Lomotil), pueden ser utilizadas para aliviar la tos y la diarrea. Los derivados mórficos: Fentanilo, Alfentanilo, Sulfentanilo son potentes analgésicos que se utilizan durante la cirugía. Actuamente existe el Remifentanilo (Laboratorio Glaxo), que es un potente opiáceo de vida media muy corta está siendo utilizado cada vez más durante los actos anestésicos.
Un analgésico es cualquier procedimiento médico o paramédico que calma o elimina el dolor. Etimológicamente procede del prefijo griego a-/an- (carencia, negación), y algos, dolor.
Aunque se puede usar el término para cualquier sustancia o mecanismo que reduzca el dolor, generalmente se refiere a un conjunto de fármacos, de familias químicas diferentes que calman o eliminan el dolor por diferentes mecanismos.
Clasificación de los analgésicos
1.1 Antiinflamatorios no esteroideos
1.2 Opiáceos menores
1.3 Opiáceos mayores
1.4 Fármacos adyuvantes
Los analgésicos se agrupan, según su mecanismos de acción, en varios grupos:
Antiinflamatorios no esteroideos: Los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) son un grupo heterogéneo de fármacos, cuyo representante más conocido es la Aspirina. Actúan sobre todo inhibiendo a unas enzimas llamadas ciclooxigenasas, cruciales en la producción de prostaglandinas, sustancias mediadoras del dolor. Corresponden al primer escalón analgésico de la OMS, junto con el paracetamol, que aunque no es un AINE propiamente dicho, se incluye en este primer escalón. Además de propiedades analgésicas, los AINE son antipiréticos, antiinflamatorios y algunos antiagregantes plaquetarios. Tienen el inconveniente de que no se puede superar una dosis de tolerancia o techo terapéutico debido a los graves efectos adversos como es la hemorragia digestiva.
Opiáceos menores: Son un grupo de sustancias, la mayoría sintéticas como el tramadol que imitan, con menor poder analgésico, la acción de los opioides. Corresponden al segundo escalón analgésico de la OMS.
Opiáceos mayores: Son un grupo de fármacos, unos naturales (opiáceo) como la morfina y otros artificiales (opioide) como el fentanilo, que actúan sobre los receptores opioides de las neuronas del sistema nervioso, imitando el poder analgésico de los opiáceos endógenos. Son los fármacos analgésicos más potentes conocidos y corresponden al tercer escalón analgésico de la OMS. Se pueden asociar y potencian su acción con los AINE, pero no es biológicamente correcto asociarlos a opiáceos menores.
Los opiáceos mayores no presentan techo terapéutico, por lo que se puede aumentar la dosis según la presencia de dolor y tolerancia del paciente. Presenta el inconveniente de que son sustancias estupefacientes y deprimen el sistema nervioso central en las primeras dosis.
Fármacos adyuvantes Aunque no son analgésicos cuando se administran aisladamente, potencian la acción de cualquier analgésico en asociación. Entre los fármacos adyuvantes analgésicos se encuentran:
- Corticoides.
- Antidepresivos, sobre todo los antidepresivos tricíclicos.
- Anticonvulsivantes, sobre todo en el dolor neuropático.
- Aunque no se pueden incluir dentro del grupo de los analgésicos, el placebo, es decir, el efecto placebo o alivio del dolor en ausencia de un tratamiento conocido biológicamente como activo, es capaz de activar áreas cerebrales dedicadas al alivio del dolor, provocando cambios físicos en la manera en la que el cerebro responde al dolor, visible en resonancia magnética funcional, por lo que está demostrado que la confianza que deposita el paciente en un tratamiento, mejora los resultados del mismo. A pesar de todo, ninguna fase del tratamiento del dolor pasa por la utilización de placebo, porque no es ético.
- Analgésicos {Paracetamol} {Tetrahidrocannabinol} {Cannabinoides} {Ketamina}
- AINEs {Aspirina} {Celecoxib} {Diclofenac} {Ibuprofeno} {Ketoprofeno} {Ketorolac} {Meloxicam {Naproxeno} {Rofecoxib} {Indometacina}
- Opioides {Alfentanilo} {Carfentanilo} {Buprenorfina} {Codeína} {Codeinona} {Dextropropoxifeno} {Dihidrocodeína} {beta-Endorfina} {Fentanilo} {Heroína} {Hidrocodona} {Hidromorfona} {Metadona} {Morfina} {Morfinona} {Oxicodona} {Oximorfona} {Meperidina} {Remifentanilo} {Sufentanilo} {Tebaína} {Tramadol}
Si Ud. ha seguido leyendo esta nota hasta aquí, permítame pedirle las debidas disculpas dado lo engorroso de esta detallada lista de substancias, que no suele ser el estilo de nuestras notas, pero estimo es de utilidad a la hora de aclarar ciertos puntos relevantes.
Si me permite sugerirle un último esfuerzo, quizá podamos acercarnos un poco más a definir nuestro ámbito.
Por ejemplo podemos tomar en cuenta otra palabra y otro grupo de substancias que pudiesen estar más cercanas y que bien pudiesen haber sido utilizadas como título de la nota mencionada en un principio, como por ejemplo Terapia Psicotrópica, que tampoco hubiese sido del todo correcta, veamos entonces:
Una sustancia psicotrópica o psicotropo (del griego psyche, «mente» y tropein, «tornar») es un agente químico que actúa sobre el sistema nervioso central, lo cual trae como consecuencia cambios temporales en la percepción, ánimo, estado de conciencia y comportamiento. Las diferentes culturas a lo largo de la historia han utilizado sustancias psicotrópicas, con el propósito de alterar deliberadamente el estado de la mente. En la actualidad, muchos psicotrópicos son utilizados en medicina para el tratamiento de condiciones neurológicas o psiquiátricas (psicofármacos). El desvío de estas sustancias para empleos recreativos es un fenómeno frecuente. Los fármacos cuya acción terapéutica afecta principalmente otro sistema o aparato y que sólo presentan efectos psicoactivos secundarios (como los antihistamínicos, betabloqueantes y algunas hormonas) no se consideran psicotrópos. En ocasiones, se llama a los picotrópicos psicoactivos o psicoactivantes, a pesar de que no todos promueven la activación del sistema nervioso.
Una acepción más restringida del término psicotrópico refiere, en particular, a aquellas sustancias medicinales incluidas en el Convenio sobre sustancias psicotrópicas.
Los psicotrópicos ejercen su acción modificando ciertos procesos bioquímicos o fisiológicos cerebrales. Los mensajes entre las distintas células nerviosas (neuronas) se transmiten a través de estímulos eléctricos o químicos. Las neuronas no entran en contacto directo entre sí; en las sinapsis el mensaje se transmite por medio de neurotransmisores. La mayoría de los psicotrópicos actúan alterando el proceso de neurotransmisión, estimulando o inhibiendo la actividad. Otros, como las sales de litio, actúan modificando la permeabilidad de la membrana neuronal y se emplean en el tratamiento de la psicosis maníaco-depresiva permitiendo reducir las crisis que afectan a estos enfermos. Siguiendo el criterio de la acción que ejercen sobre el sistema nervioso central, las sustancias psicoactivas se suelen clasificar en depresoras, estimulantes o visionarias.
Espectro de acción de los psicotropos
Fuente: Wikipedia
ANTIPSICÓTICOS | |||||
---|---|---|---|---|---|
Tranquilizantes Mayores
|
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ESTIMULANTES | Quetiapina,
Olanzapina |
Haloperidol,
Clorpromazina |
DEPRESORES | ||
Estimulantes Psicomotores
Anfetaminas, Khat, Metilfenidato, Cocaína |
Aminocetonas
Bupropión, Dietilpropión |
SSRIs
Paroxetina, Fluoxetina, Sertralina |
Tranquilizantes Menores
Lorazepam, Diazepam, Alprazolam, Flunitrazepam |
||
Otras Aminas simpaticomiméticas
Efedrina Pseudoefedrina |
Colinérgicos
Nicotina Betel Muscarina |
Otros Sedantes Hipnóticos
Alcohol, Éter, Hidrato de Cloral, Barbitúricos, GHB, Cloroformo, Metacualona |
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Metilxantinas
Cafeína Teobromina Teofilina |
Psiquedélicos
MDMA Mescalina DOM LSD Psilocibina |
Cannabis | Disociativos
Ketamina, PCP, DextrometorfanoAmanita muscaria Ácido iboténico Muscimol |
Analgésicos Narcóticos
Opio Codeína Morfina Heroína Fentanilo |
|
DMT | Ibogaína | Óxido nitroso
SalvinorinaAnticolinérgicos Dimenhidrinato Difenhidramina Atropina Escopolamina |
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ALUCINÓGENOS |
Visionarias
Ahora si y para finalizar con el engorroso emprendimiento, veamos que es lo que más se acerca a un concepto acertado. Veamos entonces el concepto enteógeno:
Sustancia vegetal o preparado de sustancias vegetales que, cuando se ingiere, provoca un estado alterado de conciencia. Dicho estado se caracteriza por alteraciones en la percepción sensible y en la interpretación de dichas percepciones, estados de ánimo cambiantes y fluctuaciones en el sentido de la propia identidad. A menudo dicha experiencia se interpreta como posesión por parte de un dios o como el despertar de la conciencia divina que yace en el interior de los seres humanos.
Este término se ha instalado en las teorías animistas de la religión, que pretenden dar cuenta con esta interpretación del origen de las religiones en el Paleolítico.
La palabra enteógeno es un neologismo propuesto en un artículo publicado en Journal of Psychedelic Drugs, vol. II, núms. 1 y 2, enero-junio 1979 y sus autores son el helenista C.A.P. Ruck, J. Bigwood, J., D. Staples, el micólogo R.G. Wasson y el botánico J. Ott. Dicho artículo fue recogido posteriormente en el libro El camino a Eleusis, de la editorial Fondo de Cultura Económica.
El término deriva de la lengua griega, en la que éntheos (ενΘεος) significa «poseído por un dios» (literamente «dios dentro de») y génos (γενος) quiere decir «origen, nacimiento». Por tanto, el significado etimológico es «devenir divino por dentro». El adjetivo correspondiente es enteogénico, a.
La creación del neologismo obedece a la intención de los autores de desligar las plantas objeto de estudio de las connotaciones de los términos alucinógeno (considerado impreciso y peyorativo) y psicodélico (demasiado ligado a la Contracultura de los años 60).
Solo nos resta aclarar que, en última instancia, la práctica cotidiana de la psiquiatría es la que más Narcoterapia utiliza, si ningún tipo de lugar a dudas.
Si UD llegó hasta aquí, realmente lo felicito!
Es verdaderamente engorroso tener que realizar estas aclaraciones, pero dadas las circunstancias estimamos al menos de interés proporcionar a nuestros lectores información criteriosa.
En la próxima y más relajados opinaremos sobre el periodismo, periodistas y cuanta información encierra la supuesta información de los medios masivos.
Sonkoymanta GRANDOTE!