Se estima que Shinkal de Quimivil habría sido comenzada a ser «centro ritual» desde por lo menos 500 años antes de la era cristiana. Y habría sido usada con tales fines rituales hasta fines de las Guerras Calchaquíes, más de mediados del 1600. Por más de 2000 años, entonces, Shinkal habría sido utilizada como centro ceremonial, convirtiéndose sin dudas en uno de los sitios espirituales más antiguos y longevos de la tierra argenta, mimetizado entre las sierras catamarqueñas, y que hoy en el siglo XXI es nuevamente usado para celebrar el Inti Raymi .
Ciudades andinas =/= ciudades españolas
Cuentan los amautas de la tradición andina que las llajtas, las gastas o las «ciudades andinas» fueron concebidas como centros ceremoniales y rituales, para captar las energías cósmicas y fluir ritualmente con la utilización chamánica de las plantas sagradas: «Willka, Ayahuasca, el Yoppo, el Mescalito. para llegar a la «interiorización»» y como «instrumento de diálogo con el Cosmos.»(Wayra Katari)
Una gran diferencia con las ciudades españolas en esta misma tierra, que eran establecidas generalmente como fuertes-presidios, y para que fueran reconocidas legalmente, había que erigir fundacionalmente el «árbol de la justicia», esto es nada más y nada menos que ¡una horca!: un instrumento de tortura, una máquina de matar.
Podemos afirmar que Shinkal, como otras ciudades andinas, «es ciertamente «SAGRADA», pero lo es por su espiritualidad y por que en este sagrario se manejó la Energía Cósmica «.
El amauta peruano Wayra Katari distingue claramente entre las ciudades occidentales y los «centros rituales» andinos: siguiendo a L. Munford dice que las ciudades occidentales ‘se gestan con la Propiedad Privada y con el poder de los jefes de las bandas de los antiguos cazadores, que el clero con el «favor divino» convertiría mucho mas tarde en los «Reyes».
Las ciudades se gestan con la propiedad privada y dan origen a la civilización capitalista- imperialista, según parece. En una tierra abundante y fértil como la sudamericana (que no tenía la escasez alimenticia euroasiática), y cuyas sociedades estaban más abiertas al compartir, sus «ciudades» se habrían originado como centros de encuentro: «sitios de peregrinación y oráculo. laboratorios científicos, unión del Tiempo a través de puentes funerarios, y. también ágoras de intercambios y ceremonias. su función ritual le dio el carácter de flotante y renovada a ésta población que no buscaba asentarse o crear hacinamientos. Nuestros «centros rituales» no son ciudades, no concentran población, más bien la desconcentran.»
Esto es bien claro en Shinkal: el lugar, en los más de 2000 años de uso, nunca se convirtió en una megalópolis, una «Gran Ciudad», una Babilonia. Más que todo lo que resaltan de Shinkal son las «plataformas ceremoniales de altura», sobre dos cerros que parecen pirámides, los kallankas (lugares de ceremonias), y la aukapaita (plaza antigua) donde está el ushnu (plataforma religiosa).
Shinkal Ceremonial
Dicen que Shinkal fue construida desde mediados del siglo XV, a principios del XVI, con la nueva ola extensiva del Tawantinsuyu: el Inka Pachakuti inició la expansión. Thopa Inka y Wayna Kapak la continuaron.
Algunos la consideran una ciudadela que fue «capital» Inka, pero lo cierto es que el lugar comenzó a ser usado como centro ritual, mucho antes, por los hualfines, famaifiles, kilmes, y yokaviles, entre más pueblos kalchakíes y diaguitas.
En muchas de las grandes vasijas antiguas desenterradas en la región, encontramos rasgos antropomorfos: ojos, boca y nariz, y generalmente dos brazos que en el centro se unen para sostener un cuenco, que sin duda representaría la bebida ritual. A veces estas figuras están bebiendo del cuenco.
Otras figuras tienen ojos entrecerrados, que a veces lagrimean o lloran, tras haber tomado las plantas mágicas, según distintas teorías, que explican también las expresiones que van de la alegría y la risa al éxtasis y el asombro del viaje chamánico, «producidos al ingerir DMT (la «molécula del espíritu», que es la misma sustancia psicotrópico-alucinógena) ritualmente que los Antropofagólogos interpretan como sacrificios humanos.» Wayra Katari.
También se han encontrado grandes pipas en toda la región Kalchakí y el Kollasuyu, lo que suma otras formas de intoxicación sagrada. Las plantas alucinógenas más usadas parece que eran la willka, el achuma, y los hongos mágicos. En infusiones o fumadas y combinadas con mas yerbas de la tierra.
La antigüedad de estas piezas van, según dicen, desde 500 años antes de la era cristiana; lo que sería casi 2000 años antes de la llegada de los kechwas o inkas, Shinkal fue centro ritual, porque ya era un sitio mágico.
Shinkal Rebelde
Y además Shinkal tuvo un lugar importantísimo en las Guerras Calchaquíes, como suerte de «centro rebelde».
Las cosas comenzarían por 1558, ya que nomás llegar los españoles quisieron fundar la ciudad de Londres, encima de la antigua Shinkal.
Para 1561 los kalchakíes, guiados por el kuraka y Titakín Juan Kalchakí, habían destruído no solo Londres (que fue destruida y mudada y vuelta a construir otras ¡cinco veces!), sino también Córdoba y Cañete.
La primera rebelión Kalchakí entonces, habría salvado a Shinkal de quedar sepultada bajo Londres, pequeña ciudad vecina que todavía sobrevive.
En la próxima rebelión Kalchakí, el kuraka andalgalá Juan Chalemín, muda sus gentes a Shinkal, y aquí se habrían asentado a mediados de 1620, y desde aquí habrían organizado una ofensiva que arrasaría a otras tres ciudades españolas: Londres II, Nuestra Sra. de Guadalupe, y Concepción del Bermejo.
. Más de 10 años después Chalemín sería atrapado y descuartizado por cuatro caballos como Tupak Amaru, pero unos 150 años antes.
La última rebelión Kalchakí, la que fue en parte guiada por el andaluz Bohorquez, nombrado Titakín por los pueblos originarios kalchakíes confederados, también habría pasado por Shinkal, porque no es casualidad que en la vecina Londres (a 6 km .) es el lugar que hayan elegido los kalchakíes para el nombramiento de Bohorquez, y para pactar con a los españoles, que lo reconocen como Huallpa Inka.
Esto fue en 1657, antes de la última guerra; unos diez años después las rebeliones kalchakíes terminarían con matanzas, esclavitud y destierros, y Shinkal echaría a dormirse una larga siesta, para despertarse nuevamente en un Inti Raymi de fines del siglo XX.
Fuente:
Xuan Pablo Gonzales
Bibliografía
- AYNI , Wayra Katari (Carlos Milla Villena)
- El Shinkal de Quinmivil , Rodolfo A. Raffino
- Cartas por la Tierra, Cacique Seattle y otros
- Nueva Crónica de la Conquista del Tucumán , Roberto Levillier