(enviado por AIPIN)
(Fuente: Diario Colatino, TeleSur)
Indígenas y habitantes de la Amazonía ecuatoriana lanzaron este martes una alerta al mundo por el deterioro del medio ambiente, dibujando con sus cuerpos las iniciales SOS para pedir ayuda ante las graves consecuencias que sufren producto de la contaminación causada por la actividad petrolera en la zona.
Para la actividad organizada por el Frente de Defensa de la Amazonía, los manifestantes se alinearon junto al pozo de petróleo "Lago Agrio 1", el primero que la estadounidense Chevron-Texaco explotó a su llegada a Ecuador en 1967.
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Junto al pozo, cientos de indígenas formaron las iniciales "SOS" y la frase "Justicia ya", en una composición humana que llenó el lugar donde comenzó la explotación petrolera en la Amazonía ecuatoriana. Durante la singular jornada de protesta, los manifestantes exigieron celeridad en el juicio contra Chevron-Texaco, que se lleva en la Corte Superior de Nueva Loja (noreste), capital de la provincia de Sucumbíos, por los daños causados a la salud y al medio ambiente.
La demanda contra la estadounidense fue interpuesta por unos 30 mil indígenas, cuya calidad de vida se ha visto seriamente afectada por la explotación petrolera que la empresa puso en marcha desde su llegada a la Amazonía en 1964, hasta su partida en 1990.
Los indígenas, que reclaman una indemnización por el orden de los 6 mil millones de dólares, acusan a la empresa de verter millones de litros de residuos petrolíferos y químicos, que causaron daños irreversibles al ecosistema, lo que afectó también su salud, promoviendo el desarrollo de patologías graves como el cáncer. "Es muy problemático, ha sido por la compañía que ha derramado mucho petróleo, el ganado se moría y nuestras familias se enfermaron de cáncer y también murieron", dijo el manifestante Oswaldo Palma.
Luis Yanza, presidente del Frente de Defensa de la Amazonía explicó que los manifestantes acudieron "frente a la Corte Superior de Justicia de Nueva Loja para rechazar las artimañas y las mentiras de Texaco, en su intención de controlar el juicio y manipular a la Corte".
Texaco impugnó al perito designado por la Corte de Nueva Loja para evaluar los supuestos daños causados por la petrolera estadounidense en la zona, al considerar que no es imparcial, en un acto que los demandantes consideran una maniobra para retrasar un veredicto judicial.