Kawsay: tras los caminos de la energía viviente.*
Como lo dije esta semana en la charla presentación del sistema de abordaje en salud “Mayu Kawsay”, definir esta palabra, Kawsay, es muy difícil, porque aunque la traducción literal remite a “Vida”, resulta ser algo mucho más complejo.
Es un tipo de energía, por decirlo de alguna manera, pero al mismo tiempo es lo que le da sentido al todo creado, todo posee Kawsay, está en, sobre, dentro y fuera de todo.
Decir que es la Energía viviente, se acerca un poco, no energía de vida, ni que genera vida, sino que ES VIVIENTE, y por lo tanto consciente.
Y por ello la posibilidad de ejercer la capacidad de comunicarse, entrar en contacto con ella. Y así con todo lo que conocemos.
Es el “factor que une”.
A lo largo de la historia seguramente tuvo y tiene una multiplicidad de nombres y definiciones, KI, CHI, PRANA, ORENDA para los iroqueses, MANA para los Maoríes, KU ´ERA entre los guaraníes, etc.
El trabajo de todos estos años tiene para mi ese norte, entrar en contacto con esta energía.
De ella están conformados los denominados CEQES, líneas de esta energía que recorren la tierra, en múltiples direcciones.
Lo mismo ocurre en el cuerpo humano, nos recorre en múltiples direcciones, tanto por la superficie de nuestro cuerpo, como en lo profundo de este.
También es la materia de nuestros pensamientos.
Y sobre todo, la de nuestros sentimientos.
A lo largo y ancho de la américa precolombina se la trato de expresar en forma figurativa, mediante textiles y trazos en la cerámica.
Pero lo más interesante es que se dibujó incluso en las tierra áridas de los desiertos de Nazca.
Siento que estas misteriosas líneas y dibujos fueron un intento por “CURAR” a la madre, y pedir por AGUA.
También es la base de las decoraciones corporales de colores.
Recorrer este camino, al menos en mi experiencia, no es ni sencillo, ni completamente grato, es una decisión, una elección, como tantas otras, creo que por ejemplo un deportista profesional es una persona sacrificada, incluso una modelo profesional.
Sin embargo, seguir tratando de entender, de que se trata, y alcanzar algún que otro logro, no es gratificante para uno, sino que es importante para poder compartirlo con los demás.
Dentro de las diferentes formas de ver y entender esta energía entre diferentes partes del mundo, hay una que siempre llamo mi atención, primero porque representa la Antípoda de nuestro espacio de vida, y segundo porque tengo una atracción personal por esta cultura.
Investigando descubrí el porqué.
En su origen, Japón, que de este lugar se trata, tuvo una práctica de naturaleza “Chamánica”, por decirlo de alguna manera, y estas tradiciones permanecen hasta nuestros días en la isla de Hokkaido, al norte, entre la etnia AINU.
Justamente es esta tradición posiblemente el origen del SHINTO, una forma de sentir y sentirse junto a la naturaleza, e increíblemente la práctica espiritual más PACHAMAMÍSTICA que existe.
Siento que el SHINTO y la tradición ANDINO AMAZÓNICA, aunque parezca increíble, tienen mucho en común.
Una investigadora de la etnia AINU, trae justamente un escrito, del que tomo un extracto, para compartir la opinión de una abuela de esta etnia.
AIKO, CHAMANA (AINU) JAPONESA
“Una de las Chamanas más conocidas del Japón de nuestros días se llamaba Aiko. Era una famosa comadrona y curandera, y existen diversas descripciones de los rituales que realizaba.
Muchas personas la visitaban para pedirle consejo, creyendo que ella podía darles mensajes del mundo de los espíritus. Los antepasados hablaban a través de ella, usándola como vehículo para permitir la comunicación. Esta notable dama tenía tanta práctica que no parecía necesitar nada para entrar en trance, y lo hacía a voluntad. Sakurako Tanaka**, una investigadora que la visitó en 1995, dijo que aunque estaba ciega y no podía caminar sin ayuda, aún poseía un notable poder (copio transcripción literal del encuentro):
“Al presentarme como una investigadora novicia, ella giró su rostro hacia mí y dijo:
– ¿Y qué quieres de esta vieja y pobre ainu?
Tomó mi mano izquierda para examinar sus líneas y el tono de la voz cambió.
– Tu mano es como la mía -dijo- Oh, pobre mujer, vienes de muy lejos…
Pidió a sus hijas que la ayudaran… para rezar a mi espíritu guía.
– Después de esto…, todo tipo de enfermedades vendrán a ti. Vas a sufrir enfermedad y dolor, todo tipo de problemas y ni siquiera podrás morir, como yo. Pobre mujer ¿aún quieres seguir este camino? ”
* Nota extraida del Blog de Juan Acevedo Peinado.
** (Sakurako Tanaka. “A Forbidden Path to Universal Knowledge”. 2005)
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