La celebración del año nuevo indígena no llegó a las escuelas

A pesar de la Ley 1550, la celebración del año nuevo indígena no llegó a las escuelas

Por Pueblos Originarios ((i)) / Prensa De Frente
originarios-arg@indymedia.org; prensadefrente@gmail.com

La imposición global del calendario gregoriano universalizó la idea del comienzo de año el 1 de enero, sin embargo, cada cultura desde tiempos remotos determinó el inicio del nuevo ciclo a partir de su observación del cosmos y su relación con la naturaleza. Machaq Mara, Mosoq Wata, Inti Raymi o Wiñoy Xipantu son distintos nombres con que los pueblos originarios de esta parte del mundo denominan a ese acontecimiento, que celebran entre el 21 y el 24 de junio. Una celebración que se mantiene viva y crece en el ámbito urbano.

Desde hace décadas distintas organizaciones indígenas reivindican esta fecha en la Ciudad de Buenos Aires, pero su reconocimiento por parte del Estado surgió a partir de un proyecto de ley presentando en 2004 por alumnos de una escuela pública del Bajo Flores. En diciembre de ese año fue sancionada la Ley 1550, por lal cual se instituye el 21 de junio como ‘año nuevo de los pueblos originarios’ y se justifica la inasistencia de alumnos y docentes de todos los niveles y modalidades a los establecimientos educativos, siendo el único requisito la manifestación escrita de los responsables de los niños. A dos años y medio de promulgada – e incorporada al calendario escolar por segundo año – consultamos a los responsables de aplicarla y a sus impulsores sobre qué avance significó su aprobación y qué conocimiento se tiene de ella en la comunidad educativa. Luego de este recorrido advertimos que el avance fue muy relativo y su conocimiento, casi nulo.

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“Las autoridades no tienen interés en difundir la ley”

Lunes 11 de junio, 10 horas. San Pedrito 1137, Bajo Flores, oeste de la ciudad.

Autoridades de la Escuela Nº23 en la marcha por ‘Chasqui’ Córdoba, asesinado por la policía el 22 de abril. (Rulo / Subcoop)

“La idea era que cualquiera pudiera sentirse representado, pedir la justificación del día y participar del año nuevo, por eso la norma dice que el único requisito es la manifestación escrita de los responsables de los niños. La ley es amplia, no establece ningún tipo de limitación. Pero en la reglamentación están limitando el derecho a participar”, alerta Enrique Samar, impulsor de la ley y director de la Escuela 23 ‘Gral. de División Manuel N. Savio’.

La queja del docente nace de la contradictoria información sobre la norma difundida desde el Ministerio de Educación porteño. La única difusión oficial al momento de la entrevista fue la Agenda Educativa, que todas las escuelas reciben a principios de año, donde se afirma que la norma es válida sólo para miembros de comunidades indígenas. "El espíritu no era que se le exigiera nada a nadie ni que tuviera que comprobar que pertenece a ninguna comunidad, bien sabemos porque fuimos los autores del proyecto. Es insólito, da lugar a infinidad de injusticias o discriminaciones", denuncia Samar. Al mismo tiempo, recuerda que el 56% de los argentinos tiene antepasados indígenas, según un estudio realizado por el Servicio de Huellas Genéticas de la Universidad de Buenos Aires dado a conocer en enero de 2005.

El 12 de marzo, Samar elevó estas observaciones a las autoridades. En un detallado documento dirigido a la supervisión del Distrito Escolar 11 solicitaba la modificación de la Agenda Educativa 2007, dejando expresamente aclarado que todos los alumnos y docentes tienen justificada la inasistencia, y también reclamaba la notificación fehaciente a los maestros. “La forma habitual de difusión en las escuelas es por fax. Cuando es algo que consideran importante piden que todos los docentes firmen y se notifiquen de lo que dice ahí”, explica Samar. No obtuvo respuestas y a comienzos de mes volvió a reclamar. “Lo cajonearon”, se resigna.

“En lugar de generar actividades para difundirlo y que en las escuelas se investigue de qué se trata, tratan de borrar todo y que quede todo así. Dijeron ‘lo ponemos’, pero hasta ahí llegó”, concluye el director de la Escuela 23, y apunta que si las autoridades tuvieran interés podrían recurrir a los medios de comunicación masivos. Por lo pronto, los directores y docentes comprometidos con el cumplimiento de la norma acuden a cadenas de emails y agotan las posibilidades que tienen a su alcance para difundirla.

La Ley 1550 parecía significar un soporte institucional para un proyecto educativo distinto, que contemple las realidades de la población porteña. Pero Samar afirma que desde su promulgación “nada o muy poco ha cambiado”. “Pareciera que las autoridades no tienen ningún interés en difundirla y también hay oposición de algunos directores, que pasan la falta como motivo personal y no como parte de la ley”, acusa. “Sé de una directora que le dijo a un maestro ‘está bien, vos no vengas, pero que no se entere nadie’”, ejemplifica.

Música andina durante un acto por el Día de la Independencia en el 2003. (Pablo Badano / Indymedia)

El docente Enrique Samar llegó en 1997 a la dirección de la escuela y desde allí impulsó un cambio en el proyecto educativo que hoy comienza a ser tomado en cuenta por otras instituciones escolares de Flores. Una de sus primeras medidas fue ocuparse de la inscripción: “Quería estar seguro de que no se le cerrara la puerta a nadie y la única forma de estar seguro era haciéndolo yo”, explica con una sonrisa. “A veces entre los docentes hay una tendencia a decir que fulanito no puede, no le da, es muy callado. En muchos casos esos chicos son hijos de bolivianos o venidos de Salta y Jujuy. Pero esa actitud responde a su cultura, tal vez son más respetuosos que los chicos típicos del barrio”.

Desde la escuela, entonces, se pensaron actividades que no estuvieran coordinadas por los maestros, como por ejemplo torneos de ajedrez. “Fue pensado para tratar de aumentar la autoestima de los chicos y descubrir toda la potencialidad que tenían. Surgió cómo los que para algunos maestros no tenían capacidad suficiente ganaban torneos a los compañeros supuestamente más inteligentes”, explica. Algo similar sucedió desde el 2004 con los talleres de sikuris, donde los alumnos “se iban abriendo a contar, contentos y sin miedo, acerca de las costumbres y la cultura de sus padres y abuelos, algo que tradicionalmente y con mucha razón a veces tienen miedo de contar por todo lo que han vivido durante generaciones”.

El cambio de rumbo en la escuela generó un cambio en la conformación del alumnado, y también una renovación en la planta docente. “En el 97 había una mayoría más notable de chicos de los alrededores de la escuela, más de clase media digamos, pero con el tiempo empezaron a inscribirse chicos de otras zonas, de la Villa 1.11.14, del barrio Ramón Carrillo, y después fueron ingresando los hermanos, los primos… Yo creo que influyó el hecho del proyecto”, afirma Samar. “La mayoría de los docentes son diferentes. Los primero años fueron duros porque había una gran resistencia, abiertamente en algunos casos y en otros, en las sombras”, recuerda riéndose.

La situación actual “no es el paraíso, hay oposición de algunos padres que nos preguntan porqué no hablamos un poco más del 25 de Mayo y menos de los pueblos originarios, hay alumnos que tienen alguna actitud discriminatoria”. Sin embargo, casi la tercera parte del alumnado participa de los talleres de sikuris. “Es extraordinario, es una cantidad muy grande. Y es voluntario, nadie los obliga, es porque quieren”, se entusiasma.

Estos logros se conquistaron en un clima adverso en el sistema educativo, pero con el acompañamiento de distintos referentes indígenas que participaron en actividades y charlas dirigidas al alumnado.

“Esto requiere de tiempo para ser metabolizado”

Viernes 15 de junio, 18 horas. Esmeralda 55, microcentro.

Desde el Ministerio de Educación porteño dieron su mirada sobre la aplicación de la ley. (Pablo Badano / Indymedia)

La profesora Adelina de León, responsable de la Dirección General de Educación, nos recibe en su despacho y se apresura en aclarar: “Como todo lo nuevo, requiere de un tiempo para ser metabolizado por el sistema educativo. Estos son cambios culturales importantes. Es una construcción difícil porque vivimos en sociedades que discriminan”. Según indica son muy pocos los docentes indígenas en la cuidad, “pero tenemos muchos alumnos, porque además de tener chicos de interior, tenemos comunidades boliviananas importantes. Esto requiere de todo un trabajo con la sociedad”.

En relación a la difusión de la Ley 1550, se compromete a enviar un boletín a los supervisores de todos los distritos escolares y una circular de forma directa a los establecimientos educativos. “Vamos a bajar un memorándum recordando la fecha y qué conducta se debe seguir. Les puedo garantizar que el martes [19 de junio] va a estar en todas las escuelas de la ciudad. Esperemos que se cumpla”, declara. Igualmente reconoce que no hay suficientes circuitos de información: “A veces se manda una comunicación escueta o sale en la agenda escolar, pero si no sale suficientemente clara la gente no llama para pedir explicitación de lo que dice”.

Al consultarle sobre la posibilidad de incrementar la explicación de la ley dentro de la dinámica de talleres que el ministerio realiza para modificar prácticas discriminatorias, responde “¡por supuesto!”. Sin embargo, no se compromete a una campaña de difusión alegando intertidumbre por la continuidad de la gestión tras el ballotage del 24 de junio. En cambio, anuncia que en breve se comienza a trabajar en la Agenda Educativa 2008 con la intención de reforzarla. “Vamos a agregar una breve síntesis de qué significa ese día para orientar al directivo”, precisa. Además, según la funcionaria, es probable el envío a fin de año de un recordatorio de todos los memorándum con las nuevas leyes que se mandaron desde el ministerio.

El documento elevado a las autoridades educativas en marzo de 2007.

La directora general de Educación afirma convencidísima que la norma es sólo para miembros de comunidades indígenas, pero luego de escuchar los planteos elevados en marzo por el director Enrique Samar – que asegura no haber recibido – reconoce que la aclaración se trató de una interpretación del ministerio. “Esta es una responsabilidad nuestra que recién ahora, hablando con ustedes, me doy cuenta. Ustedes interpretaron una cosa y yo, sin ninguna mala intención, interpreté otra”, se disculpa.

“Es interesante lo que plantea el director, lo que voy a hacer es mandarlo a la Dirección de Legales del ministerio para que expliciten cómo se interpreta”, se compromete. A la vez, argumenta que este año “hay que respetar” lo que dice la agenda y promete que se debatirá la interpretación de la ley para el año próximo.

Por último, de León acepta que algunos directores puedan poner reparos al cumplimiento de la Ley 1550 y ensaya su explicación: “Es un día que el director tiene que cubrir el aula y [el docente] no está. Y como no tiene un conocimiento de la ley… Creo que lo vamos a paliar con el memorándum y lo vamos a paliar mejor cuando tengamos la interpretación desde Legales para poner en la agenda del 2008, porque en realidad acá no está claro”.

El acto oficial

Jueves 20 de junio, 10 horas. San Martín 451, microcentro. Día de la Bandera.

Jorge Rodríguez y Wenceslao Villanueva del INAI. (Eliana Waiser)

En el hall de la Secretaría de Medio Ambiente, donde funciona el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas, se presenta la Ley 1550. Seis alumnos de la Escuela 23 ingresan con la bandera argentina y los emblemas de distintas culturas originarias. Está previsto cantar el himno nacional en idiomas indígenas, pero un problema de sonido lo impide. La actividad es organizada por el Área de Cultura y Artesanías del organismo indigenista estatal y cuenta con la presencia de su titular, el abogado jujeño Jorge Rodríguez, representantes de la Casa de Salta, la Cancillería, y ex funcionarios de la gestión de Aníbal Ibarra, ya que la iniciativa fue aprobada durante su gobierno.

Fuera de la órbita del gobierno, se encuentran la antropóloga Diana Lenton – que aportó en la elaboración del proyecto – y el abogado Eulogio Frites, titular de la Comisión de Juristas Indígenas de la República Argentina, entre otros. "Estuvieron muchas otras personas que no registramos por error nuestro”, nos explica el aymara Wenceslao Villanueva, coordinador de la actividad.

Villanueva afirma entusiasmado al comenzar el acto que “es la primera vez que se hace una actividad donde realmente existe interculturalidad”. En un folleto elaborado para la ocasión se lee con el mismo tono optimista: “Seguramente otros miembros de Pueblos Originarios que asisten a este sencillo pero significativo evento, sentirán renovadas sus esperanzas al escuchar el canto en el marco de un espacio estatal”.

Rodríguez toma la palabra y afirma que con la reforma constitucional de 1994 “se dejó atrás” un modelo de país que se tenía desde la fundación y sobre todo con la Generación de 1880, donde “se hablaba de que Argentina era un crisol de razas y que sus habitantes eran solamente los europeos venidos en los barcos”. Desde la reforma hasta hoy “hemos andado el camino de la interculturalidad. No hay una cultura más importante ni superior a otra. Lo importante o lo superior es lo intercultural, es el encuentro, es la concertación, es el respeto a la diversidad”, continúa. “La realidad urbana de los pueblos originarios también existe y hay que darle un espacio”, afirma, y agradece a directores, docentes y alumnos “por empezar a generar este cambio en la Capital Federal”.

Enrique Samar junto a los alumnos de su escuela en el acto oficial del INAI. (Eliana Waiser)

Más concreto en sus palabras, aunque más extenso, el director Enrique Samar no se refiere a la interculturalidad desde el Estado sino que destaca el “trabajo colectivo, anónimo muchas veces, de muchas personas y organizaciones” para lograr la Ley 1550. También repite las críticas a su reglamentación. “Todos tenemos derecho a participar del Inti Raymi. Ese el espíritu de la ley y es lo que es justo”, dice en relación a la restricción que limita su aplicación a miembros de comunidades indígenas. A su vez vuelve a advertir que si docentes, alumnos y padres no conocen la norma “no pueden ejercer ese derecho”, e insiste en demandar una divulgación “en todos los ámbitos de la ciudad” para que la comunidad educativa en su conjunto conozca el significado del año nuevo indígena y se informe de que puede participar de “ese momento tan especial”.

La jornada concluye con la música del taller de sikuris de la Escuela 23 y con chocolate caliente para todos. Más temprano también hay lugar para la presentación de un documental del periodista Ricardo Acebal y una charla del licenciado Héctor Cloux, responsable del Area de Cultura y Artesanías.

Recorrida por las escuelas

Jueves 21 de junio, 12 horas. Villa Lugano, suroeste de la ciudad.

Nicolás Parodi / Indymedia

“El otro día comentaron en la sala de maestros sobre este feriado, esta conmemoración, pero nadie sabía el día y oficialmente no nos llegó ningún parte, ningún informe”, cuenta Horacio, docente de la Escuela 15 D.E 13 ‘República Argentina’ (Avda. Castañares 4689). Ante nuestra consulta aclara que la información no llegó desde la dirección sino que “fue un comentario de un compañero, y no dijo específicamente qué día porque tampoco sabía. Yo estoy enterado porque conozco gente de la escuela de Samar, pero ni siquiera sabía que se había aprobado la ley. De hecho, no sabía que era hoy”. En su opinión, incluso con una mayor difusión de la norma, la cantidad de alumnos que participarían del año nuevo indígena sería mucho menor de lo que debería ser. “Muchos son bolivianos o hijos de bolivianos, para algunos es un orgullo pero para otros no lo es, o están desligados de esas raíces. Por ejemplo, ‘boliviano’ es un insulto en una comunidad donde la mayoría lo son”.

Adentro del establecimiento, la vicedirectora Marcela Viviani asegura estar al tanto del año nuevo indígena y de la legislación, sin embargo no le pareció importante difundirlo al resto de la planta. “Yo no lo exterioricé, la verdad que lo sabía pero es como que ‘se me pasó’ que era el 21 de junio. Acá no tenemos ningún maestro [aborigen] y me imagino que si algunos alumnos festejan, no necesitarán nuestro permiso para faltar”.

Nicolás Parodi / Indymedia

Le sugerimos que podría haber alumnos y docentes que desconozcan su derecho a faltar, y responde: “No creo, es como si el año nuevo cristiano fuese en días de clase, si nadie avisó para faltar es porque ninguno está en esa situación”. Viviani asegura que llegó un memorándum desde el ministerio aunque no se muestra muy convencida del contenido. “La verdad no lo leí pero me dijo la secretaria que decía algo así como recordando que el 21 de junio…”. Por último considera acertado limitar la norma sólo para miembros de comunidades aborígenes: “Sino se presta a que cualquiera ‘adhiera’ para faltar a la escuela”.

Por su parte, en la Escuela Infantil 4 (Basualdo y Avda. Dellepiane Norte) los directivos alegan falta de disponibilidad para atendernos, pero constatamos tras una breve consulta con las madres y docentes de los alumnos que no enviaron ningún aviso. En tanto en la Escuela 6 ‘América’ (Escalada y Avda. Dellepiane Sur), el rector Rubén Camiliosi asegura no haber recibido ningún fax, se muestra interesado y dice que va a investigar sobre la fecha y la ley. Queda en comunicarse con nosotros pero no recibimos más noticias de él.

La consulta se extendió a otros distritos. En la Escuela 15 D.E. 11 República Oriental del Uruguay (Avda. Carabobo 253 – Flores) recibieron materiales pero no desde el ministerio sino desde los mismos promotores de la ley. En la Escuela Técnica 6 Fernando Fader D.E. 12 (Pasaje La Porteña 54 – Flores), con orientación artística, la directora Patricia Bamonte confirmó que tampoco recibieron fax, pero explica que “si hubiera llegado tampoco nos hubiésemos enterado porque hace 3 semanas que no tenemos clases por estar la escuela en toma [de los estudiantes] y en obras”. En otros establecimientos educativos recibimos respuestas similares.

Un año nuevo indígena pasó por estas tierras. En la mayoría de las escuelas porteñas no se enteraron.

(ver nota con fotos en: http://argentina.indymedia.org/news/2007/06/530760.php)