Mineras amenazan el Lleu Lleu

(Arnaldo Perez Guerra-azkintuwe-NII)

LLEU-LLEU / Desde el 2004 diversos peritos han hecho mensuras en las concesiones solicitadas por empresas mineras en la zona del Lleu Lleu. Funcionarios del municipio de Contulmo y de Conadi han recorrido el lago convenciendo a los mapuches de las bondades de los proyectos mineros. Las concesiones están dentro del Área de Desarrollo Indígena (ADI) del Lleu Lleu y comprometen buena parte de las riberas del lago que, además, es de uso público. Rucañanco y el Lleu Lleu conviven con empresas forestales como Mininco, Volterra y Arauco, con quienes disputan tierras.

Tras las primeras protestas mapuches, la respuesta estatal fue reprimir: el gobierno desplegó a infantes de Marina para vigilar el Lleu Lleu, algo similar a lo ocurrido en Mehuín, y se instaló un piquete de Carabineros en un cerro para proteger a las forestales. Recientemente, el empresario Leonardo Farkas Klein, dueño de Minera Santa Bárbara, solicitó “pedimentos de explotación” sobre 70.000 hectáreas de la Cordillera de Nahuelbuta, en la VIII Región, en el sector oriente del lago Lleu Lleu, y en la zona de Carahue.

[@more@]Desde hace años hay preocupación en las comunidades mapuches por las exploraciones de otro empresario minero, Jaime Troncoso Sáez, quien pretende extraer escandio en Rucañanco, a la orilla del lago.
Las empresas controlan prácticamente la mitad del borde del lago y mantienen conflictos con las comunidades mapuches. Martiniano Nahuelhual, presidente de la asociación de microempresarios turísticos del lago Lleu Lleu, dice: “Presentamos un recurso de protección en la Corte de Apelaciones de Concepción, contra las exploraciones y explotaciones mineras. Este terreno era de las comunidades pero lo compró Forestal Mininco. Fue uno de los primeros conflictos en la zona de Rucañanco. Ahí es donde opera Jaime Troncoso asociado con el mapuche Melín, un palo blanco. Está el proyecto de Leonardo Farkas, que involucra prácticamente toda la Cordillera de Nahuelbuta, bordeando el sector lafkenche hasta llegar al lago Budi”, dice. Los mapuches se oponen a la explotación minera en la zona porque son “territorios sagrados”. Señalan que en el Lleu Lleu se luchó desde 1860 hasta 1925. “En 1935 entregaron tierras a mapuches. Es el cerro TrengTreng, sagrado. Allí le pedimos a la naturaleza que nos cuide. Son lugares históricos. Nuestros antepasados lucharon por conservar su cultura y comunidad. No hay dinero que pueda pagar eso. El LleuLleu no tiene precio”, agrega Martiniano Nahuelhual.
Se afirma que Leonardo Farkas proyecta construir un puerto entre Lebu y Arauco para sacar hierro y magnetita. Farkas es hijo de un antiguo empresario minero, expropiado en 1973 y cuyas empresas fueron traspasadas a CAP. Farkas Klein tiene negocios con transnacionales australianas y chinas, y se ha posicionado como un exitoso empresario minero. En El Portal Minero ya se anunció el proyecto: “Además de la extracción de hierro que Leonardo Farkas, a través de Minera Santa Fe y Minera Santa Bárbara está concretando en la III Región, el empresario apunta a la explotación de un nuevo yacimiento, en las cercanías de Coronel”. Chile posee características que hacen valiosa la explotación del mineral: está más cerca de los mercados asiáticos y produce magnetita y otros subproductos. Los mayores productores mundiales son la Companhia Vale do Rio Doce de Brasil, y las australianas Río Tinto y BHP Billiton.

“Nuestro objetivo es continuar con los proyectos de desarrollo. Dentro de poco anunciaremos nuevos proyectos mineros en otras regiones del país”, dijo Leonardo Farkas. “El Lleu Lleu es un área de desarrollo indígena. Para ser explotada, los empresarios deben obtener varios permisos, para no violar la ley. Pero donde hay dinero, se pasa por encima de todo. Ya ocurrió en Ralco”, agrega Martiniano Nahuelhual.
Desde el 2003, mapuches de Contulmo, en la ribera norte del lago, protestan contra el proyecto minero de Jaime Troncoso, quien explora en Rucañanco un yacimiento de escandio. Troncoso cuenta con derechos de exploración en una zona donde viven una veintena de familias mapuches. Su compañía Manto Rojo tiene propiedad sobre 3.100 hectáreas en el borde del lago. El 2003, se descubrió en la zona de Lleu Lleu vetas de rutilo, vanadio, escandio y otros minerales. Pero el lago Lleu Lleu es un Área de Desarrollo Indígena (ADI) con 22 comunidades y en toda la provincia hay unas 50. Las comunidades intentan que se declare al lago Área de Protección Turística como parte de los convenios con la gobernación.
Jorge Lincopán Alonso, dirigente de la comunidad Juan Lincopán, la más grande del Lleu Lleu -con 350 mapuches-, al sur del lago y al norte de la comuna de Tirúa, dice: “El problema de las mineras nos preocupaba hace tiempo. Manifestaciones en Rucañanco y Huallapén llamaron la atención sobre el tema. Autoridades encabezadas por el gobernador fueron emplazadas por mapuches. Fue la primera vez que se habló de las mineras, hace unos dos años. Empezamos a hacernos preguntas e investigar. El tema minero había estado muy silencioso”. Los mapuches anuncian que se vienen nuevas recuperaciones de terrenos.
Cuando recuperamos tierras es para preservarlas, no para destruirlas ni sobreexplotarlas. Este lugar es nuestro territorio ancestral y lo recuperamos para que siga existiendo y perdure. Alrededor del lago Lleu Lleu vivimos unos 2.500 mapuches y casi mil habitantes no mapuches”, agrega Nahuelhual >> Continúa