(Fuente: El Oaxaqueño / Ramón Inclán; enviado por AIPIN). Admirable labor en pro de difundir con su propio canto canciones en lenguas indígenas de este país es la que realiza la cantante Susana Harp. Entre ellas: Náhuatl, zapoteco, mixteco, maya, mazateco, tzotzil y huichol. Su mística la ha convertido en una intérprete especializada en esa clase de repertorio de lo cual se siente orgullosa y realizada en cuanto a su vocación en ese campo cultural.
En especial entrevista para El Oaxaqueño, sostuvo que esas lenguas son vivas, como lo es un total de 62 que existen en la República Mexicana, país que solamente es superado por la India que ocupa el primer lugar en ello en todo el mundo, siendo China ocupante del tercer sitio con 58. “Me complace anotar que es mi natal Oaxaca el estado mexicano con mayor número de lenguas aborígenes, con 16, ya que todas ellas son consideradas Patrimonio Intangible de la Humanidad”, apuntó Susana.
[@more@]
“En mis actuaciones he tenido muy gratas experiencias en diversidad de públicos al combinar canciones en español con las de esos mensajes en dialectos que datan de épocas precortesianas, mismas que son acogidas muy bien hasta por los jóvenes”, afirmó.
No presume de conocer cada uno de los idiomas que incluye en su repertorio ya que solamente se ha adentrado en el zapoteco en ese sentido. En cuanto a los demás se ha acercado a poetas indígenas, quienes la ayudan y en forma especial en la correspondiente fonética.
Para Susana Harp las lenguas indígenas mencionadas son fonéticamente bonitas y es el zapoteco el más popular en Oaxaca, ocupando el tercer lugar en todo el país.
Es impresionante, a decir de nuestra entrevistada, la positiva reacción del público no oaxaqueño, cuando ella canta en zapoteco tradicionales canciones de su natal estado, como son La Llorona y El feo.
Mencionó que entre lo oaxaqueño que lleva con su voz ante audiencias variadas, un viejo bolero -Naila- del finado compositor nativo de Oaxaca Chuy Rasgado. Incluye versos en zapoteco.
Harp tiene un total de seis álbumes que han salido al público y en todos ellos ha sido fiel a su línea de abierto apoyo a la cultura mexicana y en particular a la música de autores de este país.
No desconoce que el mariachi juega importante papel como representativo de nuestra música nacional, pero hace notar que no es lo único que nos caracteriza ya que es sólo un formato de los muchos que tenemos en México”.
No se considera una embajadora de la música aborigen mexicana pero sí acepta que es netamente especializada en ese género y sostiene que “he sido, soy y nunca dejaré de estar en ello, porque no solamente me satisface sino que también me enorgullece”.
En el más reciente de sus discos, denominado “Fandangos de Ebano” ofrece canciones afromexicanas con especial atención a gente de tales características raciales como son las de Costa Chica de Guerrero y Oaxaca, al igual que las de Veracruz.
Susana Harp, oaxaqueña de padre libanés y de madre oriunda de Oaxaca, además de su dedicación artística hizo estudios en psicología y tiene maestría en programación Neurolingüística y una especialidad en psicoterapia Gestalt.