PERU: Inti Raymi

(enviado por Agencia Internacional de Prensa India)
PERU: Inti Raymi. (Chirapac / Marcela Cornejo).
En tiempos de los incas, sobretodo desde la entronización del culto solar por el inca Pachacútec, el Inti Raymi (Fiesta del Sol durante el solsticio de invierno, equivalente al 24 de junio) fue la más importante de las fiestas del Cusco. Otras fiestas importantes eran el Qhapaj Raymi (Fiesta de la Nueva Vida durante el solsticio de verano, equivalente al 21 de diciembre gregoriano) y el Q’uya Raymi (Fiesta de la Fertilidad durante el equinoccio de setiembre, tiempo de venerar a la feminidad y a la Pachamama, y de realizar la siembra de las semillas).

Durante la conquista las fiestas prehispánicas fueron suplantadas por fiestas católicas, adaptándolas al calendario gregoriano. Es así que el Inti Raymi coincide con la Fiesta de San Juan, el Qhapac Raymi coincide con la fiesta de Navidad, y el Q’uya Raymi coincide con la fiesta de la Virgen María (8 de setiembre)

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El Inti Raymi significaba el inicio de un nuevo ciclo (lo que entendemos ahora como un "nuevo año") así como el origen mítico de la etnia quechua gobernada por los incas. Garcilaso de la Vega nos dice que duraba 9 días: concurrían "los curacas, señores de vasallos, de todo el imperio (…) con sus mayores galas y invenciones que podían haber (…) tres días no comían sino un poco de maíz blanco, crudo, y unas pocas de yerbas que llaman chúcam y agua simple. En todo este tiempo no encendían fuego en toda la ciudad y se abstenían de dormir con sus mujeres". Para la ceremonia misma, las acllas del Sol (mal denominadas "vírgenes") preparaban unos panecillos de maíz especiales.
Siempre de acuerdo a la versión de Garcilaso, el día principal el soberano y sus parientes esperaban descalzos la salida del Sol en la plaza. De rodillas, con los brazos abiertos, recibían al astro rey. Entonces el inca, con dos vasos de oro, brindaba la chicha: del vaso de la izquierda bebían sus parientes; el de la derecha era derramado y vertido en un tinajón de oro. Después todos iban al templo Coricancha a una ceremonia de adoración a los antepasados y al tata Inti. Allí los curacas dejaban ofrendas traídas de sus tierras y luego el cortejo volvía a la plaza, donde se realizaba el masivo sacrificio del ganado (camélido). La carne de los animales era repartida entre todos los presentes, así como una gran cantidad de chicha, con lo que los festejos continuaban durante los siguientes días.
El último Inti Raymi con la presencia del Inca fue realizado en 1535. En 1572 la fiesta fue prohibida por el Virrey Francisco de Toledo por considerarla pagana y contraria a la fe católica. Desde entonces pasó a la clandestinidad.
En 1944, en un ambiente ideológicamente impregnado de "incaísmo" (o "cusqueñismo"), algunos intelectuales y políticos regionales hacen una reconstrucción aproximada del Inti Raymi. La reconstrucción histórica se basó en la crónica del Inca Garcilaso de la Vega y sólo se refiere a la ceremonia religiosa. Faustino Espinoza Navarro, fué el principal promotor de este proceso, fué quien escribió el guión en quechua, y quien durante muchos años también representó el papel de Inca.
El evento fue concebido inicialmente como una puesta en escena cuyos réditos inesperados determinaron su institucionalización, ya que desde entonces, la ceremonia se hizo pública, reivindicativa, y de gran atractivo turístico. El escenario elegido fué la fortaleza de Sacsayhuaman, cuestionado por no pocos, debido no sólo a que se trata de un monumento de carácter militar, sino a la intensa presión erosiva que ejercen los miles de asistentes sobre el monumento. Originalmente, el Inti Raymi se celebraba en la plaza Aucaypata (o Haucaypata), actual Plaza de Armas del Cusco.
Hoy en día, la representación empieza frente al Coricancha, donde el "Inca" realiza una invocación al Sol. Los miles de espectadores, entre tanto, esperan en la explanada de Sacsayhuamán, hacia la que el cortejo se desplaza de inmediato. El "Inca" ingresa al escenario en una litera portada por grupos que representan a los pobladores de los cuatro suyos. Después se procede al "sacrificio" de una alpaca y el "Inca" invoca a su padre el Sol; luego viene un colorido derroche de música y danzas.